Flash Party 2022: hackers y artistas exponen juegos, programas y música con computadoras retro
Programan con equipos de más de 35 años como Commodore 64 o ZX Spectrum. Arranca este fin de semana. Días y horarios.
Por Juan Brodersen
Con una pantalla gigante, distintos escenarios y obras de arte digital creadas con computadoras de hace más de 35 años, arranca este sábado 1 de octubre la edición 2022 de Flashparty. Será en El Maquinal, zona Abasto de la Ciudad de Buenos Aires, con entradas anticipadas (acá) y también se transmitirá por Twitch.
En el evento hay obras de todo tipo, desde videojuegos y artes visuales hasta música “chiptune” -hecha con computadoras retro- en vivo.
“Muchos de los formatos alienígenas de la tecnología que no participan del circuito del mercado y las instituciones de arte se darán cita en Flashparty, desde juegos para plataformas 8 bits, código arte en 256 bytes, a música hecha en la Game Boy o SEGA Genesis entre otras cosas”, explican desde la organización.
En este sentido, definen a la convención como “un evento de la contracultura digital, que gira en torno a la producción de obras artísticas visuales y musicales utilizando computadoras de los años 80 y mediados de los 90”.
Se trata de un evento que se hizo por primera vez en 1998. “El objetivo de la Flashparty es producir obras de código-arte con plataformas que son consideradas obsoletas por el mercado, pero que al día de hoy tienen una gran comunidad de hackers y artistas que las mantienen vivas, creando obras de todo tipo para equipos que tiene ya más de 35 años de vida”, explican.
La Flashparty, epicentro de la “demoscene”
La Flashparty es parte de lo que se conoce como la “demoscene”, o la “escena” de la demostración de obras de arte digitales.
Entre estas obras pueden haber consolas hackeadas, juegos actuales realizados en computadoras como la Commodore 64, una computadora hogareña que se lanzó al mercado en 1982.
“La demoscene es una comunidad global de hackers, artistas, programadores y entusiastas de la tecnología que se reúnen en torno a las computadoras de 8 y 16 bits de los años 80. El objetivo de esta comunidad es producir obras de código-arte que se ejecutan en tiempo real en dichos equipos; es decir, "programan" obras que se reproducen en equipos que hoy tienen más de 35 años de vida”, explica a Clarín Sergio Rondán, uno de los organizadores.
“Parte de la motivación de quienes forman parte de la demoscene es demostrar que esas computadoras pueden ser utilizadas para producir arte y videojuegos; pero también los motiva el desafío técnico de programar en computadoras de recursos muy limitados (la mayoría tiene entre 4KB y 512KB de RAM), demostrando así que no importa tanto la potencia de hardware sino la creatividad y el conocimiento de la plataforma”, agrega.
De eso se tratan las “demoparties”: reunir a los creadores digitales, intercambiar con el público e incluso votar obras favoritas.
“La demoscene es importante porque mantiene viva a plataformas informáticas que tienen décadas de vida, pero aun así, un gran potencial. Muchas de las cosas que hoy se hacen con una Commodore 64 o una ZX Spectrum hubieran sido imposibles de hacer en 1984, porque no existía ni el conocimiento técnico que hay hoy, ni las herramientas, ni la comunidad tan grande que hay hoy día”, sigue “Soldán”, como se lo conoce en el ambiente informático local.
“La demoscene es el origen del arte digital popular tal como lo conocemos. Hoy en día es casi un cliché hablar de arte digital; muchos probablemente no sepan que el arte digital popular surgió en aquellas comunidades de los años 80 que primero se dedicaban a romper las copias de seguridad de los juegos, dejando mensajes en formato grafiti", cuenta.
"De hecho, cuando se presentó la Commodore Amiga (1985) fue justamente Andy Warhol quien estuvo en la conferencia de presentación, mostrando cómo dibujar y hacer arte con esa máquina”, recuerda.
Qué habrá en Flashparty 2022 Consultado sobre qué actividades habrá, Soldán contó: “¡De todo! En el caso de esta demoparty latinoamericana, siempre buscamos tener conexión con otras comunidades locales que giran en torno al arte digital y la contracultura”, explica.
También habrá lugar para desarrollos locales y regionales: “No solo se va a poder disfrutar de las competencias de las obras de código-arte sino que también estarán presentes los arcades nacionales independientes, como el Truchogol, Cacaborg, Perra Force, Punga Raid, Dobotone; además también estará presente el colectivo cyber-cyberciruja, 6 computadoras rescatadas de la basura y llenas de jueguitos en red de los años 90”, agrega.
Sobre el final de las jornadas habrá música en vivo, con distintos artistas que trabajan chiptune y otras técnicas de creación artística.